Ya mencionamos que los ángeles son seres de luz, sin cuerpo, sin libre albedrío, solo con voluntad de ayudar al ser humano, siendo mensajeros de la divinidad. Son nuestros hermanos mayores a los cuales no hay que venerar, ni rendir culto, solo hay que invocarlos. Lo primero que debes saber, es que el verbo “invocar”, pertenece a un tipo de verbos que se les denomina performativos, es decir, que por el sólo hecho de pronunciarlos, producen el efecto que indican. Otros ejemplos de estos verbos son: jurar, prometer, prohibir. De esta manera, no es necesario realizar grandes rituales para conectarte con los ángeles, sino que basta con tener fe en su guía y pronunciar la necesidad de su presencia. Ahora bien, lo ángeles son atraídos por ambientes de armonía y de amor. Como la gran ley universal, lo positivo atrae lo positivo. Por tanto, será mucho mejor si te conectas con la energía angélica a través de la meditación, en un lugar limpio, con ayuda de aromaterapia, música, gemas, frutas, flores, velas, inciensos, o cualquier elemento que implique salud y armonía. Asimismo, si te interesa profundizar en aspectos de tu vida que necesitan un cambio, o quieres avanzar en tu desarrollo espiritual para dar nuevos rumbos a tu vida, puedes darte la oportunidad de vivenciar un espacio terapéutico, con la guía de los ángeles y que sea facilitado por una persona que tenga experiencia en la conexión con los ángeles y el trabajo energético para armonizar el cuerpo físico, mental y emocional.
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